CUENTO DE JORGE BUCAY
Había una vez un viajero que llegando a un pueblo encontró en las afueras un bosque muy hermoso. Se acercó para admirarlo y quedó sorprendido con lo que allí vió. Estaba todo lleno de lápidas y, eso no era lo sorprendente, si no lo que en ellas había escrito. En una se podía leer: “8 años, 11 meses, 7 días”; en otra: “10 años, 2 meses, 20 días”; en otra: “5 años, 4 meses” y, así en todas ellas. Apenas podía creer que en aquel cementerio todos fueran niños. ¿Qué había sucedido para que tantos niños murieran?
Entró en el pueblo y enseguida preguntó a uno de sus habitantes por
lo que había visto en el bosque. El aldeano sonrío y le contestó: “ No son
niños los que están allí enterrados, lo que figura es el tiempo que esas
personas vivieron de verdad y desde el corazón, el tiempo que realmente se
sintieron VIVOS”. “En este pueblo anotamos todos esos momentos y cuando
fallecemos se escribe en nuestra lápida”
Y ahora te pregunto: ¿Cuánto tiempo vives de verdad? ¿Cuánto
tiempo dedicas a hacer lo que realmente quieres? …ahí lo dejo.
…en el camino.
Gracias, gracias, gracias.
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