MAGIA
Hoy voy a escribir sobre magia, pero no esa en la que
mediante trucos y una gran habilidad nos hacen creer que suceden cosas
impresionantes, pero que no son reales.
Voy a hablar de una magia real, de la magia que surge cuando
comienzas a quitarte máscaras y disfraces; esa que surge cuando te atreves a
ser tu mismo, cuando indagas en tu interior y buscas las respuestas allí,
cuando descubres tu verdadero ser, cuando “das la cara”, frente al espejo en
intimidad y soledad y/o con alguien. Cuando te atreves a mirarte a los ojos con
sinceridad, amabilidad, valentía, honestidad y mucho amor. Aceptando lo que
ves, te guste o no.
Hay una frase que suele gustar bastante que nos dediquen: “Me
gustas tal cual eres”. De eso se trata, de conseguir gustarte a ti mismo tal
cual eres. Cuando esto se va consiguiendo es como si hubieses tumbado la
primera pieza del dominó, antes o después, las piezas van cayendo abriéndose un
nuevo mundo a tus ojos. Cuando te conoces, te aceptas y te amas tal cual eres
toda esa energía se transmite al exterior, se nota, se mastica, se siente y se
comienzan a percibir cambios en el exterior. Tu expresión facial cambia, se
descontracturan músculos; tu expresión corporal también, más erguido y abierto,
más empoderado. También cambia la actitud de otras personas hacia ti y las
situaciones que se te presentan y, si no cambian ya no te afectan o lo hacen de
otra forma, porque lo verdaderamente importante eres TU.
Como dijo Wayne Dyer: "Cuando cambias la forma de mirar las cosas, las cosas que miras cambian".
Quizá no sea instantáneo en hechos grandilocuentes, pero si
estás atento a las señales te darás cuenta de pequeños detalles en tu día a día
y, finalmente, esos detalles ya no van siendo tan pequeños; tu actitud ya no es
la misma: Te miras con otros ojos y te cuidas mejor.
Y abracadabra ... MAGIA.
…en el camino.
Gracias, gracias, gracias.
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